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26 de junio de 2011

El arte de la Feria

Una de las cosas mías a la que tengo pendiente desde hace tiempo dedicarle unas palabras es a mi barrio de la Feria. En estas calles, donde el niño Belmonte aprendió a mirar al mundo con valentía, llevo ensayando yo mis lances cada día, desde hace cuatro años. Elisa la del Quiosco, Miguel el de la prensa, Alfonso el panadero, el amable herbolistero anónimo, los sonrientes amigos del Gato Azul (que tanto cuidan mi dieta sin lactosa), mis impresores urgentes del Taller, la bibliotecaria, el zapatero, la señora de Cajasol, Mario el tendero de los desavíos, María la de los gatos,... hasta los chinos son parte de mi vecindario sentimental de confianza.

Mi calle Feria sigue siendo -como dijera Chaves Nogales- una síntesis perfecta del Universo. Desde la primera vez que la paseé, una calurosa tarde de julio mientras buscaba alojamiento, me planteé qué curioso habría de ser vivir aquí, pues desde su trazo la calle parecía querer revelarme un mensaje estratégicamente escrito: que, aun empezando con Amargura, la Esperanza nos espera siempre tras un Rosario de vivencias. No se puede vivir mal aquí, pensé. Y no me equivocaba.

Algún día le dedicaré esa entrada que le debo al barrio donde viven, probablemente, las Vírgenes más guapas de Sevilla. Cómo no voy a ser dichosa en la Plaza de los Carros, si la mejor cerveza de la ciudad, la de Vizcaíno, y uno de los mejores tintos, el de Bodega Mateo, están siempre a mano para aliviarme los pesares. Queda pendiente el homenaje. Se lo he prometido muchas veces a cierto amigo que siempre me espera sentado tras su ventana. Hasta entonces, vaya un ole por mis placeros artistas:

5 comentarios:

trianatrinidad dijo...

El arte de la calle Feria en alguno de sus más ilustres representantes.Pero, ¿Porque sera, amiga ROMANI, que siempre os olvidáis en vuestros relatos de la Niña que junto a ese Mercado, inunda toda la calle con la GRACIA de sus ojos y nos brinda a todos el dulce AMPARO de sus manos?.Un beso y un abrazo.

Romani dijo...

No me olvido de ella. La he nombrado sin nombrarla cuando he dicho que en la calle Feria viven las Vírgenes más guapas de Sevilla. No te preocupes, que cuando escriba la verdadera entrada al barrio Ella tendrá su sitio con todas las letras.

Gracias por la visita y el comentario. Besos.

Enrique Henares dijo...

Aunque no vivo allí, llevo dos años largos frecuentando, casi a diario, el barrio de la Feria y por ello me siento ligado a ese "vecindario sentimental", humano o divino, que apunta Romani.

Siempre me gustó la calle Feria, pero ahora, por razones obvias, mucho más.

La gata Roma dijo...

Que entradón…
Desde hace ya unos años tengo afición a ese gran barrio, me encanta la tienda de Mario y del Gato azul ni hablo ya, que es una hora malísima para eso…
Incluso una vez le dediqué una entrada algo cutre a la biblioteca…
De los templos de vino y cerveza ya ni hablo, que hasta el Jeromo tiene su cosa…. Ains que envidia también lo de vivir allí como en las sevillanas del Pali.
Un besazo

Naranjito dijo...

No es mal barrio para vivir, es que tenéis una suerte.
Un abrazo, y tomate una bien fresquita en Casa Vizcaíno de mi parte.