-"¿Qué camino debo tomar?"-dijo tristemente Alicia.
-"No lo sé, ¿hacia dónde quieres ir?"-dijo el gato mientras desaparecía y dejaba sólo su sonrisa.
-"Eso no importa"-comenzó a sollozar Alicia.
-"Entonces... tampoco importa el camino que tomes"- dijo el gato y desapareció...
Alicia en el País de las Maravillas (1865), de Lewis Carroll
4 comentarios:
Tengo ganas de leer ese libro en serio, a ver si ese cuento de niños ayuda en algo a mi supuesta cabeza adulta…
Kisses, y suerte en tus caminos
Muchas veces la llamada literatura para niños no es para niños, te lo aseguro. Hay mucha sustancia en los clásicos. Alicia y Peter Pan son mis preferidos.
En cuanto a lo de los caminos, empiezo a pensar que no hay que ofuscarse tanto: no elegimos nosotros, nos eligen ellos.
Besos!
Bonita entrada Romani,totalmente de acuerdo sobre los caminos.llos tambien te eligen.
Lo importante la mayor parte de las veces no es el camino que tomes, sino que lo tomes con convicción y que disfrutes en él; porque la jornada son miles de pasos, mientras que el destino solo uno: el último.
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